Los niños diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad presentan dificultades asociadas a la falta de atención y facilidad para la distracción. Suelen ser impacientes e impulsivos y tienen exceso de energía. Esta falta de autorregulación de la conducta puede acarrearles consecuencias emocionales y sociales que generarán mayores barreras en su desarrollo.
Cuando nos encontramos con un alumno con TDAH en el aula es de suma importancia configurar todo lo necesario para que su experiencia educativa sea igualmente exitosa que la del resto de compañeros. Para ello no es solo necesaria la adaptación de uno u otros elementos, sino favorecer su inclusión de la forma más natural posible, evitando posibles discriminaciones por parte del resto del grupo clase.
Hoy os traigo 2 actividades grupales para favorecer la inclusión del alumno con TDAH en el aula:
“La ducha de las sensaciones”
Esta es una técnica grupal basada en la realización de masajes como medio para el trabajo de la empatía, la coordinación grupal y la educación emocional. El alumno con TDAH se considera uno más en el grupo clase, y como tal participará de forma igualitaria en esta actividad, es decir; no tendrá un papel protagonista. No obstante, su realización está planteada como medio de actuación de especial interés hacia este alumno, fomentando tanto las habilidades sociales como la integración en el grupo.
Los masajes en la infancia, y en concreto en el contexto escolar realizados de forma grupal, suponen un recurso multifuncional: favorecen la relajación, trabajan los vínculos emocionales, permiten el autoconocimiento del propio cuerpo…Para esta técnica en concreto, se puede partir de la elaboración de diferentes grupos de entre 3 y 5 alumnos, escogidos por el propio profesor. Dispuestos en círculo y de pie, uno de los participantes se colocará en el centro de dicho círculo y será el alumno que reciba la “ducha”.
Usando música relajante de fondo, todos cerrarán los ojos y respirarán al ritmo de la melodía. Pasados unos segundos, se inicia el masaje al compañero:
Primero nos mojamos: Todos colocan sus manos sobre la cabeza del alumno, a la vez que imitamos el sonido del agua, las manos se van desplazando desde la cabeza hasta los pies, tocando con las yemas de los dedos suavemente al compañero. Ahora con jabón: Dando suaves masajes circulares con las manos, cada alumno se encargará de una parte del cuerpo; cabeza, brazos, tronco y piernas. Toca enjuagarse: Repetimos el paso uno, usando el mismo sonido del agua para inducir la relajación al compañero. Por último a secar: Los alumnos soplaran suavemente al compañero por todo el cuerpo. Y terminamos con el abrazo final: El último paso consiste en un gran abrazo del pequeño grupo, en el que pueden aprovechar para decirle algo que les parezca relevante o simplemente les apetezca.
Es importante mantener un ambiente de relajación, donde todos los alumnos se sientan cómodos. El alumno al que se le realiza el masaje podrá mantener los ojos cerrados en todo momento, de manera que pueda imaginar esas sensaciones de forma real. El profesor que lo lleve a cabo podrá ir guiando las acciones manteniendo un tono de voz y volumen adecuados a la situación que queremos generar.
“Tú eres para mí…”
“Tú eres para mí…” supone el reconocimiento y la puesta en común de los aspectos que agradan y disgustan del resto de compañeros. Así, se ofrece al alumno la oportunidad de explicar por qué se comporta de un modo u otro, qué hace que sea (o no sea) así…y a su vez se permite conocer mejor a los demás y mejorar la autoestima de forma constructiva y estimulante.
Cada alumno llevará un papel pegado a la espalda divido en dos columnas:
ME GUSTA DE TI QUE… NO ME GUSTA DE TI QUE…
Dentro del aula y dispuestos todos de pie, iremos caminando por el espacio con boli en mano, y escribiendo un aspecto que gusta y otro que no en el papel de cada uno de los compañeros. Al finalizar la actividad todo el mundo deberá tener tantas anotaciones positivas y negativas respectivamente, como compañeros hayan participado en la técnica grupal.
Se realizará una puesta en común, donde cada uno irá leyendo las anotaciones que le han hecho el resto en su papel. Este tendrá la oportunidad de explicar sus comportamientos, así como de recibir recomendaciones y/o elogios por parte del docente y de sus compañeros. Así, estaremos trabajando la autoconsciencia y el trabajo del "yo" como persona que realiza acciones que repercuten sobre los demás. En todo momento de manera constructiva, se persigue que los alumnos aprendan a usar esas palabras del resto de compañeros para mejorar y seguir avanzando en su crecimiento personal.
Próximamente os hablaré sobre el control de conducta en alumnos con TDAH u otro tipo de psicopatologías asociadas al comportamiento, y os enseñaré algunos de los materiales que suelo usar en estos casos.
Hasta entonces, ¡abrazos a todos!
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