¡Ya estoy otro día más por aquí! Y yo que pensaba que octubre iba a ser el mes de la organización y la estabilidad, la calma...y no paro ni un minuto. Que me encanta, pero oye, ¡un respiro no me iría mal!
Me hubiera gustado compartir con vosotros el "cómo hacer" las manualidades tan chulis que he hecho en los talleres de Baobab de esta temporada, el atrapasueños reciclado y las rosas de papiroflexia. Pero me gusta hacer las cosas bien y, como os he dicho, no tengo todo el tiempo que me gustaría para dedicárselo a preparar y grabar los vídeos donde os explique el paso a paso. ESPERO poder tenerlo listo la semana que viene.
No quería, eso sí, dejaros sin contenido por aquí, que aunque por redes sociales estoy más activa, (¡¡mi instagram pinchando aquí!!), para mí lo esencial es este blog.
Lo dicho, hoy venía a hablaros de la teoría de la mente, y enuna próxima entrada (en un par de días la tendréis) os dejaré un par de ideas sencillitas para trabajarlo específicamente con alumnos con Trastorno del Espectro Autista.
Este concepto se podría definir como el conocimiento metacognitivo acerca de la propia mente, así
como de la del resto y su funcionamiento. En palabras cotidianas podría decirse que es la capacidad para ponerse “en la piel del otro”, viendo las cosas desde la perspectiva ajena. Si lo pensamos podría parecer que se habla de empatía, pero la teoría de la mente no es una construcción meramente emocional o moral, sino que incluye el funcionamiento de procesos cognitivos que nos van a permitir “comprender y predecir la conducta de otras personas, sus conocimientos, sus intenciones y sus creencias”. (Serrat et.al., 2011).
La teoría de la mente forma parte del desarrollo evolutivo humano y requiere no solo de una predisposición mental positiva sino de la estimulación correcta. El niño pasa progresivamente del egocentrismo y no ser capaz de ver más allá de lo que él percibe, a reconocer que existen otras personas y que éstas piensan y sienten de diversa forma.
Decimos por tanto que existe teoría de la mente, cuando una persona es capaz de diferenciar entre su mente y la del otro. Además es capaz de entender que una representación mental es falsa respecto a una situación real, lo que se llama falsas creencias de primer orden. Del mismo modo, avanza hasta las falsas creencias de segundo orden, comprendiendo que los demás tienen creencias sobre la mente de otros.
La comprensión de las emociones asociadas a la transgresión de las normas morales y la comprensión de las comunicaciones no literales del tipo ironía o mentira, también forman parte de los logros que se desarrollan durante la infancia y que demuestran la existencia de la teoría de la mente, que se desarrolla desde los primeros meses de vida y hasta los 10 años, donde se sitúa la culminación de esta teoría evolutiva.
En el caso de las personas con TEA, existen grandes dificultades para el desarrollo de la teoría de la mente; para ser conscientes de los demás y comprender al otro. Esto nos deja entender las barreras que tienen en el ámbito social y relacional.
En una próxima entrada os dejaré un par de ideas para empezar a trabajar la teoría de la mente, indicadas específicamente para alumnos con autismo, pero que podéis aplicar en cualquiera de vuestros peques.
Nos vemos muy muy prontito con más, y mejor.
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