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Teoría de la mente 2. Qué es y cómo trabajarla con alumnos con TEA

Lo prometido es deuda y aquí os dejo dos ideas para trabajar la teoría de la mente específicamente con alumnos con algún grado de Trastorno del Espectro Autista.


Ya os comenté en la anterior entrada (Teoría de la mente I. Qué es y cómo trabajarla con alumnos con TEA) que igualmente podéis aplicar estas actividades con alumnos sin TEA; de forma individual o grupal (para mí es lo ideal). Si además lo hacéis en aulas donde convivan alumnos con y sin TEA, seguramente será más enriquecedor aún, pues estaremos trabajando además el reconocimiento de las dificultades de los alumnos con autismo por parte de los que no lo lo son.


Usar los 5 sentidos y ser conscientes de las diversas perspectivas

En esta actividad os invito a trabajar en torno a la asociación del sentido usado para la percepción de algo y su expresión verbal respectiva, como paso previo para desarrollar posteriormente la capacidad de comprensión de que dicha percepción puede ser diferente según la persona que la percibe.


Para ello llevaremos a cabo una actividad concreta por cada uno de los 5 sentidos (es necesario conocerlos; en caso de que no sea así, debemos trabajar esto antes), en lo que pongamos a prueba la capacidad de uso y verbalización de lo percibido por uno mismo, y posteriormente reconozcamos la existencia de diferencias en la percepción de otros:


Debemos tener presente que no pretenden estas actividades conseguir desarrollar la teoría de la mente mágicamente en alumnos con TEA. Es una característica muy común en este tipo de trastornos y lo que se persigue con este tipo de actividades es ayudar a la mejora de las dificultades en la medida de lo posible.


VISTA: A partir de diferentes imágenes de objetos cotidianos (material escolar, alimentos, algún juguete significativo, por ejemplo), el niño deberá responder a las preguntas “¿qué ves?”, “¿te gusta?”

GUSTO: A partir de diferentes alimentos (comprobando la inexistencia de alergias o intolerancias), el niño deberá responder a las preguntas “¿a qué sabe?” y “¿te gusta?”.

OLFATO: A partir de diferentes objetos con olores característicos, por ejemplo, un limón, alguna especia o una colonia, el niño deberá responder a la pregunta “¿a qué huele?” “¿te gusta?”

TACTO: El niño recibirá una orden, por ejemplo “toca el pelo de tu compañero de al lado”, y deberá describir su acción y responder a la pregunta “¿te ha gustado hacerlo?”

OÍDO: Se expondrán una serie de sonidos, por ejemplo, el de un perro, un tren en marcha o lluvia, y el niño deberá responder a la pregunta “¿qué oyes?”, “¿te gusta?”


Como continuación de la actividad pondremos en común las respuestas (si trabajamos en gran grupo lo ideal es escribirlas), dando paso a la contrastación y observando que no a todos les gustó lo que vieron, saborearon, olieron, tocaron u oyeron. En el caso concreto de la actividad del tacto, podremos además incidir en cómo al que realizó la acción (por ejemplo, tocar le pelo a la compañera de al lado), pudo gustarle hacerlo, pero a ella puede que no el hecho de que se lo tocara.


La conclusión de esta actividad debe ser entender que cada uno puede percibir y sentir una misma cosa de diferente modo, y ello no significa que unos lo estén haciendo mal y otros bien, sino que cada uno, por sus diferencias individuales, podrá hacerlo de modo diverso.


Trabajo de situaciones donde se requiere la teoría de la mente

En esta segunda actividad os propongo que trabajemos ya explícitamente con situaciones donde se demostrará la presencia o no de teoría de la mente, y desde donde podemos partir para mejorar (en la medida de la posible) la comprensión desde la perspectiva ajena.


Presentaremos al alumno (o alumnos) diferentes situaciones, tanto de modo oral como por escrito (y, muy recomendable, con pictogramas. Todo va a depender del nivel de comprensión del alumno en cuestión). Cada uno deberá responder individualmente a una o varias preguntas y posteriormente, si trabajamos en grupo, podremos poner en común las respuestas y trabajar en base a ello para comprender por qué existen diferentes puntos de vista y qué debemos hacer ante ellos. Igualmente si trabajáis individualmente podéis hacer uso de vuestra propia percepción para poner al alumno en la tesitura de observar dos modos de ver la misma situación.


Os dejo enlace a una ficha que preparé para trabajar con Edu, y que tiene varios ejemplos de situaciones y elección:



Y esto es todo por hoy, queridos. Espero que os resulten útiles estas ideillas. Animaros a compartir por redes sociales con el hagstag #Eduesunomas vuestro trabajo con alumnos con TEA y la teoría de la mente.


¡Nos leemos pronto!


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